En 1854, el fotógrafo francés André Alphonse Disderi patentó
una nueva forma de presentación de fotografías que llamó carte de visite, realizada con una cámara de
varios objetivos con la que obtenía varias impresiones fotográficas, en una
sola sesión y en un único negativo.
De aproximadamente 9 x 6,5 cm, este formato permitiría la
confección de álbumes en los que se conservan la memoria colectiva de
personajes, lugares, monumentos y hechos más relevantes del siglo XIX y que dio
lugar a una nueva moda, la de coleccionar e intercambiar estas fotos que se
mostraban en reuniones sociales y familiares.
Los duques de Montpensier y su familia no fueron ajenos a esta nueva moda y se retrataron muchas veces en este pequeño formato fotográfico.
Carte de visite de la infanta Luisa Fernanda de Borbón y de
príncipe Antonio de Orleáns. Adolphe Beau. Londres. Colección Fundación
Infantes Duques de Montpensier
Carte de visite de D. Antonio de Orleans, duque de
Montepensier. Adolphe Beau.
Londres. Colección Fundación Infantes Duques de Montpensier.
Cartes de visite de los duques de Montpensier con su hija
mayor. Colección Fundación Infantes Duques de Montpensier.
Además del fotógrafo
Disdéri, también destacarían en este género otros fotógrafos como Nadar,
Ken, Le Gray, Altobelli y Molins, Bassano, Bernoud o Mayer & Pierson, cuyos
retratos son considerados los más elegantes de la fotografía decimonónica. Entre
los fotógrafos españoles se encuentran Godínez, Cosmes de Cossío, el conde de
Lipa o el conde de Vernay que dejaron excelentes muestras de sus trabajos. Sin
embargo, los fotógrafos con más obras son los retratistas que tenían gabinete
propio en Madrid, las figuras relevantes en la historia de la fotografía
española de la época: José Martínez Sánchez, Jean Laurent, Ángel Alonso
Martínez, Martínez de Hebert y Eusebio Juliá.