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De Sanlúcar a Nueva York… La desaparición de un tesoro artístico (II) LAS MAJAS EN EL BALCÓN DE GOYA.


Las Majas en el balcón. 
Atribuido a Francisco de Goya y Lucientes. 
Óleo sobre lienzo, 162 x 117 cm. 
(h.1800-1810) 
Nueva York City, Metropolitan Museum. H.O. Havemeyer Colección. 
 Legado de Henry Osborne Havemeyer (1929). 29.100.10


El patrimonio artístico que llegó a reunir la familia Orleáns en Andalucía se repartía principalmente entre sus palacios de Sevilla, Castilleja de la Cuesta y Sanlúcar de Barrameda, y llegó a ser una de las colecciones artísticas más importantes de la Europa del siglo XIX y, sin lugar a dudas, la más destacada de la España de entonces.

El patrimonio pictórico de los Orleáns se podría dividir en cuatro bloques o colecciones:

- Pinturas españolas de los siglos XVI y XVII, muchas procedentes de la famosa Galería española del rey Luis Felipe de Orleáns, padre del duque de Montpensier. Entre ellas obras de Velázquez, Zurbarán, Cano, Murillo, El Greco… y un puñado de piezas flamencas e italianas.


- Pinturas españolas, particularmente andaluzas, del siglo XIX, con obras de Goya, Vicente López, Madrazo, Esquivel


- Una copiosa colección de pintura francesa especialmente del siglo XIX, en la que abundan los retratos, junto a unas pocas obras de la escuela británica.

- Y un grupo, muy numeroso, de dibujos y cuadros pintados por miembros de las familias reales española y francesa

En definitiva, una riqueza de fondos pictóricos verdaderamente excepcional que superaría el millar de obras, si bien habría que matizar, como señala Antonio de la Banda y Vargas, uno de sus principales estudiosos, que no son todas obras de primerísima categoría, pues también habría obras de segunda y tercera fila, cosa que no desmerece la gran calidad del conjunto.

Tras la muerte del duque de Montpensier (1890) estas colecciones se fragmentaron entre sus herederos y algunas donaciones hechas a instituciones como el Ayuntamiento de Sevilla.

Como señalamos en una entrada anterior (V: De Sanlúcar a Nueva York… El Laooconte de El Greco) en 1910, Antonio de Orleáns había vendido valiosos cuadros del patrimonio Orleáns-Borbón, como los famosos cuadros: La muerte del Laocoonte, de El Greco y Las majas en el balcón, de Francisco de Goya y Lucientes. Ambos cuadros figuraban en el “Catalogo de los cuadros y Esculturas pertenecientes á la galeria de SS. AA. RR. los Serenísmos Señores Infantes de España, Duques de Montpensier” editado en Sevilla en 1866.

Pedro Vicente Buendía y García

La venta de estos cuadros se haría con la mediación del que fuera diputado a Cortes, Pedro Vicente Buendía y García, amigo personal y hombre de confianza de Antonio de Orleáns y también de Carmen Giménez Flores. Buendía, abogado y político, sería quien los pondría en manos del marchante de arte y galerista parisino Paul Durand-Ruel, quien pagó precios inferiores a sus valores reales de mercado.

El cuadro de Las majas en el balcón lo compró Durand por 800.000 pesetas y al poco tiempo el marchante francés lo revendió en los Estados Unidos de América por dos millones de francos a Henry Osborne Havemeyer.

Henry Osborne Havemeyer hizo su fortuna al frente de la American Sugar Refining Company. Louisine era su segunda esposa y ambos compartían la afición por el coleccionismo de arte. 

Los Havemeyer fueron creando su rica y variada colección a lo largo de más de cincuenta años, y gracias a esta pareja el Metropolitan de Nueva York posee actualmente una amplia representación de pintura francesa de la segunda mitad del siglo XIX, sólo superada por el Muséed’Orsay de París. Otras obras maestras del legado de los Havemeyer son dos Rembrandt y dos famosos cuadros de El Greco, Retrato del cardenal don Fernando Niño de Guevara y Vista de Toledo.

Como reconoce Pierre Assouline, biógrafo de Durand-Ruel, Havemeyer fue su mejor cliente en EE.UU. y al galerista siempre le resultó más fácil venderle a H.O. (que es como llamaban a Hevemayer) pintura española como este cuadro de Goya, con su historia principesca detrás, que alguno de los mejores cuadros impresionistas de Monet.


En el cuadro Las majas aparecen dos jóvenes, elegantemente ataviadas, que se asoman a un balcón. La interpretación más generalizada es que serían dos prostitutas que ofrecen sus encantos a la clientela; tras ellas, dos embozados las "protegen", aunque en realidad serían sus proxenetas. 

Y es que el tema de la prostitución fue frecuentemente tratado por Goya en sus grabados y pinturas, como crítica a la sociedad de su tiempo y consecuencia de su pensamiento ilustrado. En este cuadro, Goya ha organizado la perspectiva a través de una sucesión de planos paralelos en profundidad, cerrando la escena con un fondo neutro sobre el que se recortan los embozados. Delante de éstos se colocan a su vez las majas, que centran la atención del espectador por la luminosidad de sus rostros y sus elegantes vestidos y mantillas. El maestro aragonés juega con contrastes cromáticos, sombras y luces, que resuelve con una pincelada rápida y despreocupada por los detalles. La luz cálida que envuelve la escena, recuerda a la del retrato de la Familia de Carlos IV, aunque la temática sea absolutamente diferente. El pintor Eugenio Lucas continuará durante el siglo XIX tratando esta temática tan goyesca de las prostitutas asomadas al balcón acompañadas de chulos o de alcahuetas; e incluso el impresionista Manet tratará esta misma temática años más tarde.

Este cuadro de Las majas en el balcón, que llegó a localizarse en el llamado Salón Cuadrado del palacio de San Telmo de Sevilla, de siempre se ha considerado una obra maestra, y supuestamente incluida en el inventario de Goya de 1812. Sin embargo, en los últimos tiempos se han suscitado algunas dudas sobre su originalidad y cronología, ya que ha sido identificada por algunos historiadores como de 1835, siete años después de la muerte del artista aragonés, y por tanto probablemente sería, totalmente o en parte, obra de su hijo Javier de Goya y Bayeu

Sobre este cuadro y su polémica autoría se refiere el artículo de ARMADA, A.: “Majas falsas y verdaderas en el Metrópolitan de Nueva York” publicado en ABC (Madrid) 08/04/2001.


En la actualidad, Las majas en el balcón procedente de la colección Orleáns-Borbón cuelga como obra principal en las paredes de la sala 612 del Metropolitan Museum de Nueva York y como legado por Henry Osborne Havemeyer

Hace poco he tenido la ocasión de verla personalmente “in situ” y tengo que reconocer que es una obra extraordinaria y, por desgracia, un ejemplo más de la desaparición del inmenso tesoro artístico de los Orleáns en Sanlúcar.