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Entrevista | Salvador Guzmán revela la vida 'libre' de la Vizcondesa de Termens: «Hizo de sus sueños su destino»

 

El escritor presenta este viernes en Cabra la reedición de su libro 'La Infantona' donde relata la azarosa vida de la egabrense Carmen Giménez Flores.

BEATRIZ MORA
ABC Córdoba
26/09/2025

Salvador Guzmán ha publicado una reedición de su libro «La Infantona», que trata sobre la vida de Carmen Giménez Flores, Vizcondesa de Termens. Este nuevo ejemplar corrige algunos de los datos del texto original e incluye fotografías inéditas de doña Carmen. ABC analiza con el escritor el personaje de la Infantona.

-Empecemos por lo básico: ¿quién era Carmen Giménez Flores?
Hablar de Carmen Giménez Flores es hablar de un personaje muy relevante en la historia de la ciudad de Cabra y en la sociedad de la época, finales del siglo XIX y principios del XX. Fue un personaje muy controvertido y protagonista de la crónica social, y todo ello a partir de la relación «escandalosa» que tuvo con un infante de España, don Antonio de Orleans y Borbón.

-¿Cómo consigue una persona con unos orígenes tan humildes, convertirse en la Vizcondesa de Termens?
Ella accede a la familia de don Juan Ulloa como sirvienta, aunque en realidad la acogieron y convivía con ellos. Cuando él se traslada a Madrid como diputado, ella entra en círculos sociales que estaban vetados para una persona de clase social baja. Ahí conoce a don Antonio de Orleans, y es probable que entre ellos se produjera un flechazo. Él estaba casado con Eulalia de Borbón, pero era un matrimonio de estado. Esto explica que don Antonio llevara una vida paralela con doña Carmen, algo que no escondió, lo que justifica el apodo de «la Infantona».

¿Cuándo y por qué termina realmente la relación de Carmen y Antonio?
Termina porque él tiene otras amantes. Fue una relación larga, de casi 30 años, y durante ese tiempo ella va configurándose una imagen y una fortuna sin don Antonio de Orleans, y llega un momento en que no lo necesita. La separación se produce en 1914, y trajo problemas con los hijos de don Antonio, que empezaron a reclamar a doña Carmen la herencia de su padre.

-¿Cree que parte de la obra social que doña Carmen hizo se debe a un deseo de redimirse por la vida que había tenido?
No, aunque existe un cierto complejo de culpa, pero es más de tipo religioso. Lo que sí aprende ella rápido y bien son los modos de vida de la aristocracia, y una aristócrata tiene que ser una persona benefactora. Hace un colegio, patrocina la carrera eclesiástica de algunos jóvenes sacerdotes, hace obras sociales… Ella tiene muy asumida esa condición de benefactora.

Hijas de la Caridad en París
-¿Qué diría usted que es lo más relevante que hizo Carmen Giménez Flores en vida?
Probablemente fue la Fundación Termens, creo que es la gran obra de Carmen Giménez Flores. Conoció la casa central de las Hijas de la Caridad en París y cuando vio las penurias que pasaban para enseñar a niños pobres les construyó un colegio moderno para que niños y niñas recibieran la educación y la cultura que ella no tuvo. Lo puso a disposición de ellas para que ejercieran como maestras e invirtió la mayoría de su fortuna en ese proyecto. Eso es muy, muy importante.

-¿Cree que, tras su muerte, la imagen que tenemos como sociedad de la Vizcondesa y de su obra social es distinta a la que tenían en aquella época?
Creo que sí, que el interés de este personaje se va acrecentando con el tiempo. Es un personaje real, pero vive una vida de novela. Ella se hace una imagen de Vizcondesa de Termens, que no tiene nada que ver con su vida anterior. Fue una persona muy batalladora, y creo que podemos conocer pocas personas como ella a lo largo de la historia. Para mí, ella fue una mujer libre, que hizo de sus sueños su destino. Eso creo que es muy valioso.