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Las fiestas de la Virgen de la Sierra


En estos días septebrinos la ciudad de Cabra se viste de fiesta en honor de la Virgen de la Sierra. Orgullo de los egabrenses, Nuestra Señora María Santísima de la Sierra es seña de identidad de todo un pueblo que año tras año repite la tradición secular de agacharse ante el revuelo de su bandera multicolor al redoble del viejo tambor fernandino.
Las fiestas de la Virgen de la Sierra son las fechas más emotivas y significativas del calendario de los egabrenses, días de alegrías, de reencuentros y añoranzas.
La devoción que Carmen Giménez sentía por la imagen de la Virgen de la Sierra, también fue extraordinaria. Así lo manifestó repetidamente en cartas públicas que se reproducían en la prensa local y con las numerosas aportaciones de donativos, ofrendas y sus colaboraciones en romerías, cultos y cuanto aconteciera en torno a la patrona del pueblo de Cabra.
En 1912, en un acto público donó un manto de terciopelo verde bordado en oro, así como otras telas y alhajas a la imagen de la Virgen de la Sierra. En el acta de la sesión celebrada el 7 de septiembre de ese año, el alcalde de Cabra, José de Silva, notifica por escrito el agradecimiento de la ciudad por “este espléndido donativo”.
Las innumerables ayudas a la cofradía, la remodelación del camarín de la patrona en su ermita, junto a sus constantes colaboraciones y generosos donativos, hicieron que la Cofradía, en justa correspondencia, le distinguiera en 1933 con el nombramiento de "Hermana Mayor Honoraria y Camarera de la Sagrada Imagen".